jueves, 12 de diciembre de 2013

GARDEL – CANARO, UNA SOCIEDAD INACABABLE
Carlos Gardel con sus canciones criollas y Francisco Canaro con su violín realizaron sus primeras giras por la provincia de Buenos Aires cuando el tango-canción y las grandes orquestas aún no existían. El destino entrecruzó sus caminos en alguna casa de baile de la ciudad de Buenos Aires a comienzos de la década de 1910 y aquella noche del encuentro también fue el inicio de una entrañable amistad.
Unos años después Gardel inventaría el tango cantado y Canaro le daría forma a una de las primeras grandes orquestas de la historia de nuestra música ciudadana, y también sobrevendrían todas las actividades conjuntas: las audiciones radiales, las grabaciones y los cortos cinematográficos sonoros.
Esta muestra nos acerca al mundo creativo de esta prodigiosa sociedad de amistad y trabajo.
Martín Sardella

VIDEO DE LA INAUGURACION DE LA EXPOSICION "GARDEL-CANARO, UNA SOCIEDAD INACABABLE". 11-12-2013



miércoles, 11 de diciembre de 2013

CARLOS GARDEL Y FRANCISCO CANARO (POSTALES ODEON)


FRANCISCO “PIRINCHO” CANARO
Francisco Canaro nació en San José de Mayo (Uruguay) el 26 de noviembre de 1888 y murió en Buenos Aires el 14 de diciembre de 1964.
Cuando su familia se trasladó a Buenos Aires Francisco comenzó a trabajar siendo muy pequeño por los graves problemas económicos que atravesaban. Fue canillita, pintor de brocha gorda y empleado en una fábrica de aceite, pero su pasión por la música fue tan fuerte que lo impulsó a estudiar y comprarse con mucho esfuerzo su primer violín. Realizó su primera presentación en Ranchos (prov. de Buenos Aires), junto a Martín Arrevillaga en mandolín y Rodolfo Duclós en guitarra. A comienzos de la década de 1910 se presentó en el barrio de La Boca junto a Samuel Castriota y Vicente Loduca, y estrenó “El matasanos”, “Charamusca” y “El chamuyo”, sus primeras composiciones.
Fue uno de los creadores de las denominadas “orquestas típicas” y en la década de 1920 formó la suya propia, que tuvo una impresionante respuesta en el público. También creó y dirigió el “Quinteto Don Pancho” y el “Quinteto Pirincho”, agrupaciones que privilegiaron el repertorio de la Guardia Vieja. A lo largo de sus más de 50 años de carrera artística realizó con distintas formaciones alrededor de siete mil grabaciones.
El 23 de abril de 1925 debutó en París en el Dancing Florida y por cuestiones legales tuvo que presentar a toda su orquesta vestida con atuendos gauchescos. En 1926 se presentó en Nueva York en el Club Mirador.
Fue uno de los dueños de la productora cinematográfica “Río de la Plata”, una empresa que fracasó estrepitosamente hasta dejarlo casi en la ruina; en cambio, tuvo mucho éxito en sus intervenciones en piezas teatrales y comedias musicales.
Conoció a Gardel alrededor de 1913 en la casa de baile de “La China Joaquina” o la de “María la Vasca”, según cuenta en su libro “Mis memorias”, y entabló con el cantor una fraterna amistad.
Acompañó con su orquesta a Gardel en 15 grabaciones entre 1924 y 1933, entre las que se destacan “Madreselva”, “Viejo smoking”, “Tomo y obligo”, “Silencio” y “Rosa de otoño”.





YO NO SE QUE ME HAN HECHO TUS OJOS
Francisco Canaro vivió un intempestuoso romance con la cancionista Ada Falcón en la década de 1930, que terminó abruptamente cuando Francisco rechazó la idea de divorciarse de su esposa para formalizar su relación con la cantante. Los ojos verdes y la mirada profunda de Ada inspiraron a Canaro para componer la letra y música de este famoso vals.
Después de romper su relación con Canaro, Ada se fue retirando paulatinamente de su labor artística hasta que finalmente la abandonó en forma definitiva en 1942, recluyéndose más tarde junto a su madre en un convento en Salsipuedes, Córdoba. Falleció en esa provincia el 4 de enero de 2002.

Gardel realizó la grabación de este vals acompañado por la orquesta de Canaro la tarde del 26 de octubre de 1931.
Yo no se si es cariño el que siento,
yo no se si será una pasión,
sólo se que al no verte, una pena
va rondando por mi corazón...
Yo no se que me han hecho tus ojos
que al mirarme me matan de amor,
yo no se que me han hecho tus labios
que al besar mis labios, se olvida el dolor.

Tus ojos para mi
son luces de ilusión,
que alumbra la pasión
que albergo para ti.
Tus ojos son destellos
que van reflejando
ternura y amor.
Tus ojos son divinos
y me tienen preso
en su alrededor.
Tus ojos para mí
son el reflejo fiel
de un alma que al querer
querrá con frenesí.
Tus ojos para mí serán
la luz de mi camino
que con fe me guiarán
por un sendero
de esperanzas y esplendor
porque sus ojos son, mi amor!

Yo no se cuántas noches de insomnio
en tus ojos pensando pasé;
pero se que al dormirme una noche
con tus ojos pensando soñé...
Yo no se que me han hecho tus ojos
que me embrujan con su resplandor,
sólo se que yo llevo en el alma
tu imagen marcada con el fuego de amor.
UNA HUMORADA DE GARDEL EN EL ESTUDIO DE GRABACION
El 5 de diciembre de 1930 fue un día muy caluroso. Gardel se encontraba grabando algunas obras en los estudios de Max Glücksmann en los altos del Teatro Grand Splendid acompañado por la orquesta de Francisco Canaro. Cuando se imprimía el disco no se podía prender el ventilador para que el ruido no saliera en la grabación. Gardel se hallaba sofocado por la alta temperatura, por lo que comenzó por sacarse el saco, luego el chaleco y la camisa, hasta quedar sólo con los calzoncillos y los anteojos que usaba para leer las letras de las canciones.
En ese mismo instante, aparece el técnico grabador, que era un alemán austero, una especie de jefe de sala de grabaciones quien al ver a Carlitos en semejante estado, le dice muy seriamente:
—¡Pero, señó Gardel, qué quiegue decir esto!
Y Carlitos le contesta:
—Esto quiere decir, viejito, que no tanto hacerte el estrecho, que a mí me han pasado el santo que vos en Alemania eras “una mandarina”.
Por supuesto que una carcajada general epilogó la chispeante salida de Carlitos, mientras el rígido alemán, avinagrado con la broma, hacía un rápido mutis.
GARDEL, CANARO Y JUAN ANDRES CARUSO
Juan Andrés Caruso fue un periodista, poeta y autor teatral que nació en La Plata el 20 de septiembre de 1890 y falleció en Buenos Aires el 1 de marzo de 1931.
En 1917 se inició como letrista con el tango “Cara sucia” con música de su amigo Francisco Canaro, con quien creó alrededor de 30 obras, 13 de las cuales les grabó Gardel.
Un dato para destacar es que Carlitos le llevó al disco 38 obras, convirtiéndolo en el autor a quien más temas le grabó; “Oh, París!”, “Nido de amor”, “La última copa”, “Mi querer”, “Sentimiento gaucho” y “La sulamita”, son algunos de ellos.
Un tango muy curioso es “Los indios” (Caruso-Canaro), en cuya letra están intercaladas palabras en guaraní, convirtiéndolo en una rareza dentro de la discografía de Gardel.
Caruso también fue un prolífico autor de piezas teatrales, entre las cuales se destacaron “Corazón de malevo”, “El tigre de los llanos”, “Nobleza de arrabal” y “En la timba de la vida”.
Dijo Canaro de Juan Andrés Caruso: “Fue un poeta nato y podría decirse de refinada inspiración. Los temas y los conceptos de sus letras se adelantaron a la época, por eso perdura con lozanía simpre palpitando el eco de sus celebradas producciones literarias”